
Aquí estoy, como siempre, pensando en ti.
Me pregunto al igual que cada noche, ¿por qué no estás a mi lado?...
Falta en mi vida tu presencia, tu olor, tu sonrisa, tu caricia, tu cuerpo hasta esa forma rara con la que a veces me miras… siento que te respiro a cada segundo, que eres el oxígeno que alimenta cada segundo que pasa en mi vida.
¿Por qué?
Porque vives en mí, porque te llevo dentro de mi piel, porque quisiera arrancarte para no sentir más el dolor de tu ausencia, esa ausencia que día a día me hace sentir que no sientes lo mismo que yo, que las palabras que me regalas se quedan simplemente en eso… palabras.
Todo lo que tenga que ver contigo me hace sentirme idiota, cada detalles, cada palabra… silencio es lo único que consigo de ti, silencio y algún que otro te quiero donde desconozco el punto de realidad que lleva dentro.
Pero sigo siendo imbécil porque sin darme nada me lo das todo, porque aunque pase días en los que pasar del cielo al infierno a tu lado sea sencillo… te quiero.
Pero hoy… me siento como una niña con rabia por quererte y no tenerte, por amarte y no saciarme, por soñarte y no cumplirte… de todo menos ser feliz contigo o sin ti.
Si tú supieras todo lo que siento por ti…
Esta noche estoy aquí tratando de sacar todo lo que llevo dentro, esto que no deja que mi alma respire tranquila, este sentimiento que he querido negarme una y otra vez, haciéndole creer a mi corazón que no existe.
Yo no soy nada para ti. Eso es lo que me dices cada vez que me tocas con esas palabras, que me hieres con esa mirada; yo no soy nada para ti, mi mente lo repite mil veces, mi corazón no lo quiere aceptar; yo no soy nada para ti, porque tus palabras son ciegas, que no te das cuenta de que me duele? Pero lo sé, yo no soy nada para ti.
¿Cómo olvidarte?
Aún no lo sé, porque ya perteneces a mí.
En este momento solo me rodea la oscuridad de mi cuarto que se une a la tristeza de mi alma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario